lunes, 9 de mayo de 2016

2.7 RESPUESTA INMUNE FRENTE VIRUS Y BACTERIAS, EQ:4

RESPUESTA INMUNE FRENTE VIRUS Y BACTERIAS

      La infección viral a nivel celular es muy diferente a la causada por bacterias y otros microorganismos, mientras que a nivel del organismo y de las poblaciones se pueden observar más similitudes. Al igual que otros microorganismos, los virus deben ingresar en el cuerpo del hospedador para poder ejercer sus efectos patogénicos.
VÍAS DE INGRESO DE LOS VIRUS
      Los virus son parásitos intracelulares obligados que se transmiten como partículas inertes. Para poder infectar a sus hospedadores el virus debe unirse e infectar células en alguna de las superficies corporales, a menos que esas potenciales barreras sean pasadas por inoculaciones parenterales mediante heridas, agujas, o picaduras.


INGRESO POR VÍA RESPIRATORIA
      Las superficies mucosas del tracto respiratorio están cubiertas por células epiteliales que tienen la potencialidad de mantener la infección viral, por lo tanto se necesitan mecanismos de defensa para minimizar el riesgo de infección.
      El tracto respiratorio, desde la cavidad nasal hasta las vías aéreas distales en los pulmones, está protegido por la membrana mucociliar, que consiste de una capa de mucus producida por las células caliciformes, mantenida en un flujo continuo por el movimiento coordinado de las cilias en la superficie luminal del epitelio respiratorio. Los espacios aéreos (alvéolos) están protegidos por los macrófagos alveolares.
      El sistema respiratorio también está protegido por los mecanismos de la respuesta inmune innata y adaptativa que actúan en todas las superficies mucosas, incluyendo el tejido linfoide especializado presente en todo el árbol respiratorio.
INGRESO POR VÍA DIGESTIVA
      Un número importante de virus se transmiten a los hospedadores susceptibles mediante la ingestión de alimentos o bebida contami-nadas. La mucosa que recubre la cavidad oral y el esófago es relativamente refractaria a la infección viral.
      El tracto gastrointestinal está protegido por diferentes mecanismos de defensa, entre los que se incluyen la acides del estómago, la capa de mucus que cubre las mucosas gástrica e intestinal, la actividad antimi-crobiana de las enzimas digestivas, así como de la bilis y secreciones pancreáticas, y los mecanismos de la inmunidad innata y adaptativa, especialmente la actividad de los anticuerpos como la inmunoglobulina A, producidos por los linfocitos B en la mucosa gastrointestinal y tejidos linfoides asociados.
      Los rotavirus, coronavirus, torovirus y astrovirus figuran entre las principales causas de diarreas virales en animales, en tanto que una gran cantidad de infecciones entéricas causadas por enterovirus y adenovirus son asintomáticas.
      Los parvovirus, los morbillivirus (familia Paramixoviridae) pueden causar también infección gastrointestinal y diarreas.
INGRESO A TRAVÉS DE LA PIEL
      La piel es el mayor órgano del cuerpo, y su densa capa externa de queratina constituye una barrera mecánica para el ingreso de los virus. El bajo pH y la presencia de ácidos grasos en la piel aportan una protección adicional, así como otros componentes de la respuesta inmune innata y adaptativa, incluyendo la presencia de células dendríticas migratorias en la epidermis.
      Lesiones en la piel, como mordeduras, cortes, punciones o abrasiones pueden constituir una puerta de entrada para una infección viral Las heridas profundas pueden introducir virus en la dermis y en el tejido subcutáneo, donde se encuentra un importante aporte de vasos sanguíneos, linfáticos y nervios que pueden servir como vías de diseminación viral.
      Las picaduras como mosquitos y garrapatas constituyen una de las vías más eficientes por la cual los virus son introducidos a través de la piel. Los insectos, especialmente las moscas, pueden actuar como vectores mecánicos
      La infección también puede ser adquirida por mordeduras de animales.
RESPUESTA INMUNE CONTRA MICROORGANISMOS
  Presentan algunas características generales:
  la defensa efectiva contra los microorganismos está mediada por mecanismos efectores tanto de la inmunidad innata como de la adaptativa.
  Los agentes infecciosos pueden diferir mucho en sus patrones de invasión y de colonización, así como en la inmunogenicidad de sus antígenos.
  La supervivencia y la patogenicidad de los microorganismos en el huésped están críticamente influenciadas por su capacidad de evadir o resistir la inmunidad protectora, para lo cual ellos han desarrollado diferentes estrategias.
  muchas infecciones el daño tisular y la enfermedad producida puede ser causada por la propia respuesta inmune del huésped contra el patógeno, más que por el microorganismo en sí mismo.
INMUNIDAD FRENTE A BACTERIAS EXTRACELULARES
Las bacterias extracelulares pueden causar enfermedad por dos mecanismos distintos:
  El primero es la inflamación que provoca destrucción de los tejidos en el sitio de infección.
  El segundo mecanismo es la producción de toxinas con distintos efectos nocivos.
  La endotoxina de las bacterias gramnegativos es un potente estimulador de la producción de citoquinas y activador de los macrófagos.
  Muchas exotoxinas son primariamente citotóxicas, pudiendo matar por distintos mecanismos a las células a las que se fijan.
INMUNIDAD INNATA
  Los mecanismos fundamentales de la inmunidad innata operantes contra bacterias extracelulares son la fagocitosis, la respuesta inflamatoria y la activación d
  Los fagocitos pueden unirse a bacterias extracelulares mediante una serie de receptores; dicha interacción, junto con la señalización intracelular realizada por los TLRs, activa los fagocitos incrementando su capacidad fagocítica y microbicida.
  La activación de los fagocitos también provoca la secreción de citoquinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral (TNF-a) y las interleuquinas IL-1, IL-6 e IL-8, que inducen la adhesión de neutrófilos y monocitos al endotelio vascular en el sitio de la infección, seguida por la migración, acumulación local y activación de las células inflamatorias que eliminan las bacterias
  La activación del complemento en ausencia de anticuerpos, también tiene un rol importante en la eliminación de estas bacterias.
  El peptidoglicano de las paredes celulares de las bacterias grampositivas y el LPS de las paredes celulares gramnegativos, activan la vía alterna del complemento promoviendo la formación de C3 convertasa.
INMUNIDAD ADAPTATIVA
  La inmunidad humoral es la principal respuesta específica protectora contra estas bacterias.
  Los polisacáridos de las paredes celulares y de las cápsulas de estos microorganismos constituyen  uno de los componentes más inmunogénicos de las mismas y son el prototipo de antígeno  T independiente. Dichos antígenos estimulan a las células B que generan una respuesta de inmunoglobulina (Ig) M específica, aunque también pueden generarse otros isotipos de Ig.
Los anticuerpos producidos contra los antígenos de superficie (polisacarídicos o proteicos) y las toxinas bacterianas, estimulan tres tipos de mecanismos efectores:
  1. Las IgG opsonizan a las bacterias favoreciendo la fagocitosis; éstas se unen a los receptores Fc γ presentes en los monocitos, los macrófagos y los neutrófilos.
2.   Las IgG y las IgM neutralizan las toxinas  bacterianas impidiendo que se unan a sus células blanco, promoviendo su fagocitosis.
        3. Tanto la IgG como la IgM activan el sistema del complemento, que conducen a la  formación, en la superficie bacteriana, de un complejo de ataque a la membrana (MAC), cuya función lítica es importante sólo para eliminar algunos microorganismos.
       La principal respuesta de las células T frente a las bacterias extracelulares, está mediada por los linfocitos T CD4+ que fueron activados por los antígenos bacterianos, presentados por moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) clase II.
       Estos linfocitos actuaran como células T helper secretando citoquinas que estimulan la producción de anticuerpos específicos y activando las funciones fagocíticas y microbicidas de los macrófagos.
Evasión de mecanismos inmunes por bacterias extracelulares
  • La virulencia o patogenicidad de estas bacterias se relaciona con atributos que favorecen la colonización e invasión de los tejidos del huésped y que les permiten resistir a la acción del sistema inmune.
  • Éstos incluyen: proteínas de superficie bacteriana con propiedades de adhesinas, mecanismos antifagocitarios e inhibición del complemento o inactivación de sus productos.
  • Las cápsulas de muchas bacterias Grampositivas y gramnegativos, confieren resistencia a la fagocitosis; además algunas tienen residuos de ácido siálico que inhiben la activación de la vía alterna del complemento.
       Otro mecanismo usado por las bacterias para evadir la respuesta inmune adaptativa, es la variación genética de antígenos de superficie. Muchas bacterias como Escherichia coli y Neisseria gonorroheae, presentan pili (estructuras implicadas en la adhesión bacteriana a las células del huésped, constituidos por la proteína pilina).
INMUNIDAD ADAPTATIVA
Inmunidad adaptativa
 entra en acción cuando falla la inmunidad innata. Elabora una respuesta específica para cada agente infeccioso y guarda memoria de él (puede impedir la reinfección).
El sistema inmune adaptativo se caracteriza por una fina especificidad, que se adapta al reconocimiento del patógeno o célula tumoral que aparece como un desafío para la homeostasis del individuo. Este reconocimiento específico permite dirigir poderosos mecanismos efectores contra el agente agresor. El sistema inmune adaptativo se caracteriza además por contar con un mecanismo de memoria por el cual, ante un segundo encuentro con el mismo desafío, la respuesta es más rápida y más eficiente.





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