2.10 VIH FIEBRE AMARILLA
La
infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) produce una
disminución en las defensas del organismo: disminuye el número y función de los
linfocitos T CD4+ y se altera la capacidad para producir anticuerpos frente a
otros agentes infecciosos. Así es importante vacunar a los infectados por VIH
en estadios precoces (los niños deben seguir los calendarios de vacunación de
la población general). Sin embargo el enfermo infectado por VIH en estado
avanzado requiere una reconstitución inmune previa con tratamiento
antirretrovírico.
La fiebre amarilla, o vómito negro
(también llamada la plaga
americana), es una enfermedad viral aguda e infecciosa
causada por "el virus de la fiebre amarilla", que pertenece a la
familia de los Flaviviridae, y del género Flavivirus amaril. Es una
causa importante de enfermedad hemorrágica en muchos países
de África y la zona norte de Sudamérica que origina
30 000 muertes cada año. En esas regiones es una
enfermedad endémica. Existe una vacuna efectiva pero no se
conoce cura por lo que cuando personas no vacunadas la contraen solo se les
puede proporcionar tratamiento sintomático. La palabra amarillo del nombre se refiere a
los signos de ictericia que afectan a algunos pacientes.
EPIDEMIOLOGIA
• Es transmitida por
la picadura del mosquito Aedes
aegypti y otros mosquitos de los géneros Aedes, Haemagogusy Sabethes,
que se encuentran generalmente a menos de 1.300 metros sobre el nivel del mar,
pero Aedes han sido
hallados ocasionalmente hasta los 2.200 msnm, en las zonas tropicales
de América y África. En la fiebre amarilla de transmisión urbana
hay que recordar que Aedes
aegypti abunda en zonas húmedas alrededor del agua estancada
limpia, y sólo pica durante el día.
• La
enfermedad puede permanecer localmente desconocida en humanos por extensos
períodos y súbitamente brotar en un modo epidémico.
• en
las epidemias se han debido a la forma
de la enfermedad (fiebre amarilla selvática), que permanece viva en la
población de monos aulladores y es transmitida por el mosquito Haemagogus, el cual vive precisamente
en el dosel forestal de las selvas lluviosas. El virus pasa a los humanos
cuando las selvas altas son taladas. Los obreros forestales pueden
entonces transmitir la enfermedad a otros, iniciando así una epidemia.
• La
duración de la enfermedad en caso de curación es de una a dos semanas. Tras el
período de incubación cabe distinguir dos formas clínicas: la leve y la grave o
clásica.
DIAGNOSTICO
• El diagnóstico en
zonas tropicales suele establecerse a partir de los datos clínicos. La
confirmación del diagnóstico requiere la demostración de un ascenso al
cuádruple en el título de anticuerpos en un paciente sin historia
reciente de vacunación frente a la fiebre amarilla y si se han podido
excluir reacciones cruzadas frente a otros Flavivirus, o la demostración
del virus de la fiebre amarilla,
sus antígenos o genoma en tejidos, sangre o líquidos
biológicos.
TRATAMIENTO
• No
existe tratamiento eficaz para la fiebre amarilla, justificando la importancia
de la vacunación. En los casos graves está indicado el tratamiento sintomático
y de soporte, particularmente la rehidratación y el control de
posible hipotensión. La mortalidad global es del 5% en
poblaciones indígenas de regiones endémicas, aunque en los casos graves, en
epidemias o entre poblaciones no indígenas, hasta el 50% de los pacientes
pueden fallecer. Ciertos casos resultan en insuficiencia renal aguda
por lo que la diálisis es importante para el tratamiento renal.
VACUNAS
• Vacuna
antineumocócica:
• La
vacuna antineumocócica frente a 23 serotipos de Streptococcus pneumoniae se considera indicada en todos
estos sujetos debido a la elevada incidencia de neumonía y bacteriemia
neumocócicas detectadas en los mismos.
• Vacuna
frente a Haemophilus
influenzae tipo b:
• No
está recomendada de forma rutinaria porque en los infectados por VIH la mayor
parte de las infecciones por Haemophilus
influenzae son causadas por Haemophilus influenzae no b.
• Vacunación
antitetánica:
• Se
administra igual que en los individuos inmunocompetentes ya que la respuesta
que determina la vacuna en sujetos infectados es similar a la de sujetos no
infectados.
• Vacuna
antigripal:
• Previene
de la gripe y sus complicaciones potenciales (principalmente neumonía
bacteriana).Su eficacia protectora es de un 86 % en sujetos con infección
asintomática por VIH, pero sólo de un 13-50 % en sujetos con sida.
• Vacuna
frente a la hepatitis:
• Los
enfermos con infección por el VIH y el virus de la hepatitis B desarrollan con
mayor frecuencia hepatitis crónica vírica. Así los individuos susceptibles
(ausencia de anticuerpos anti-Core, es decir contra el virus de la hepatitis
B), y de modo especial los niños de madre con hepatitis B se beneficiarán de la
aplicación de esta vacuna. Se suele dar una dosis doble para obtener la
respuesta adecuada.
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