uLa hepatitis E es una enfermedad hepática causada por
el virus de la hepatitis E, un virus ARN monocatenario positivo y sin cubierta.
uEl virus se transmite principalmente a través del agua
de bebida contaminada. El resultado es por lo general una infección autolimitada que se
resuelve en 4-6 semanas, pero a veces se transforma en una forma
fulminante de hepatitis (insuficiencia hepática aguda) que puede conducir a la
muerte.
TRANSMISIÓN
uEl virus de la hepatitis E se transmite principalmente
por vía fecal-oral, como consecuencia de la contaminación fecal del agua de
bebida. Otras vías de transmisión que también se han observado son:
ula transmisión alimentaria por ingestión de productos
derivados de animales infectados;
ula transfusión de productos sanguíneos infectados;
ula transmisión vertical de una embarazada al feto.
uAunque se considera que el huésped natural del virus
de la hepatitis E es el hombre, se han detectado anticuerpos contra ese virus u
otros estrechamente relacionados en primates y en varias otras especies
animales.
uLa hepatitis E es una enfermedad transmitida por el
agua, de ahí que haya habido brotes importantes atribuidos a alimentos o agua
contaminados. La ingestión de marisco crudo o poco cocido es otra vía de
infección en algunos casos esporádicos registrados en zonas endémicas.
uLos factores de riesgo de la hepatitis E están
relacionados con las deficiencias de los sistemas de saneamiento en amplias
zonas del mundo y con la diseminación del virus causante a través de las heces.
Síntomas
uEl periodo de incubación tras la exposición al virus
de la hepatitis E varía entre tres y ocho semanas, con una media de 40 días. El
periodo de contagio se desconoce.
uEl virus de la hepatitis E causa tanto casos agudos
esporádicos como casos epidémicos. La infección sintomática se da sobre todo en
adultos jóvenes de 15 a 40 años. En los niños, la infección, aunque frecuente,
es generalmente asintomática o causa trastornos muy leves sin ictericia
(hepatitis anictérica), y no llega
a diagnosticarse.
uLos signos y síntomas característicos de la hepatitis
son:
uictericia (coloración amarillenta de la piel y la
esclerótica de los ojos, orina oscura y heces pálidas);
uanorexia (pérdida de apetito);
uhígado agrandado y con dolor a la palpación
(hepatomegalia);
udolor y dolorimiento abdominal;
unáuseas y vómitos;
ufiebre.
uEstos síntomas son prácticamente indistinguibles de
los sufridos en la fase aguda de cualquier enfermedad hepática y suelen durar
entre una y dos semanas.
uEn raras ocasiones la hepatitis E aguda se convierte
en una hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda) que conduce a la
muerte. La hepatitis fulminante es más frecuente durante el embarazo. Las
embarazadas presentan un mayor riesgo de complicaciones obstétricas y
mortalidad por hepatitis E, que puede dar lugar a una tasa de mortalidad del
20% en esa población en el tercer trimestre de la gestación.
uSe han notificado casos de hepatitis E crónica en
personas inmunodeprimidas. También se han observado casos de reactivación de la
enfermedad en pacientes inmunodeprimidos.
Diagnostico
uLos casos de hepatitis E no se pueden distinguir
clínicamente de otros tipos de hepatitis víricas agudas. Por consiguiente, el
diagnóstico de la infección por el virus de la hepatitis E suele basarse en la
detección en la sangre de anticuerpos IgM e IgG específicos contra este virus. Otra prueba es la
reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT-PCR), que detecta el RNA del virus de la
hepatitis E en la sangre o las heces, pero puede necesitar laboratorios
especializados.
uSe debe sospechar hepatitis E en los brotes epidémicos
de hepatitis transmitidas por el agua que se declaran en los países en
desarrollo, especialmente cuando la enfermedad es más grave en las mujeres
embarazadas, o si se ha descartado la hepatitis A.
Tratamiento y prevención
uNo existe ningún tratamiento que pueda alterar el
curso de la hepatitis aguda. La prevención es la medida más eficaz contra la
enfermedad.
uComo la enfermedad suele ser auto limitada, por lo
general no se requiere hospitalización. Sí se requiere hospitalización, en
cambio, en los casos de hepatitis fulminante, y se debe considerar también esa
posibilidad en el caso de las embarazadas infectadas.
uPrevención
uEl riesgo de infección y transmisión se puede reducir:
ugarantizando la calidad de los sistemas públicos de
suministro de agua;
uestableciendo sistemas adecuados de eliminación de los
residuos sanitarios.
uA nivel individual, el riesgo de infección se puede
reducir:
uadoptando prácticas higiénicas como lavarse las manos
con agua salubre, sobre todo antes de manipular alimentos;
uevitando beber agua o consumir hielo de pureza
desconocida;
uobservando las prácticas recomendadas por la OMS para
garantizar la inocuidad de los alimentos.
uEn 2011 se registró en China la primera vacuna
concebida para prevenir la infección por el virus de la hepatitis E. Aunque no
está disponible a nivel mundial, se podría llegar a suministrar en otros
países.
Viruela
uLa viruela fue
una enfermedad infecciosa grave, contagiosa, causada por el Variola virus, que en
algunos casos podía provocar la muerte. No hubo nunca tratamiento especial para
la viruela y las únicas formas de prevención eran la inoculación o la vacunación.
Clasificación
uSegún la forma
clínica de presentación de la viruela, se clasifica en:
uViruela mayor, era la forma
grave y más común de la viruela, que ocasionaba una erupción más extendida y
fiebre más alta. Hubo cuatro tipos de viruela mayor: la común (era la más
frecuente y se observaba en 90 % o más de los casos); la modificada (leve,
y se observaba en personas que se habían vacunado); la lisa; y, por último, la
hemorrágica (éstos dos últimos tipos eran raros y muy graves). Históricamente,
la viruela mayor ha tenido una tasa general de mortalidad de aproximadamente el
30 %; sin embargo, la viruela lisa y la hemorrágica solían ser siempre
mortales.
uViruela menor, era un tipo
menos común de la viruela y una enfermedad mucho menos grave, cuyas tasas de
mortalidad fueron históricamente del 1 % o menores.
Transmisión
uPara que la
viruela se contagiase de una persona a otra, hacía falta que estuvieran en
contacto directo y prolongado, cara a cara. La viruela también podía
transmitirse por medio del contacto directo con fluidos corporales infectados o
con objetos contaminados, tales como sábanas, fundas o ropa. Rara vez el virus
de la viruela se ha propagado transportado por el aire en sitios cerrados como
edificios, autobuses y trenes. Los seres humanos eran los únicos portadores
naturales del virus de la viruela. No se conocen casos de viruela transmitidos
por insectos o animales.
uUna persona
con viruela podía ser contagiosa cuando empezaba la fiebre (fase
pródromo), pero alcanzaba su máxima capacidad para contagiar cuando empezaba a
salir la erupción. Por lo general, en esta etapa la persona infectada estaba
muy enferma y no podía desplazarse en su comunidad. La persona infectada era
contagiosa hasta que se le caía la última costra de viruela. Comúnmente
solicitaban a los pacientes que no debían de rascarse los granos o costras
ocasionadas por la viruela porque quedaba marcado su cuerpo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario