lunes, 13 de junio de 2016

parasitos
iodomoeba bustchlii y balantiduim coli


Parasito
Iodomoeba butschii y entamoeba coli

Introducción.
Balantidium coli
es un protozoo ciliado, de gran tamaño, que infecta al humano y a otros primates y habita en ciego y colon. Los cerdos se consideran el hospedero habitual, pero se ha descrito en otros mamíferos, peces, aves, anfibios.
Recientemente se ha propuesto que las especies
Balantidium suis (de cerdos) y Balantidium struthionis (de avestruces) se consideren sinónimos de Balantidium coli. (Ponce et al., 2011).
La zoonosis producida por Balantidium coli muestra una prevalencia global baja, con reportes aislados. La mayor parte de los casos se identifica en zonas tropicales y subtropicales de países en desarrollo, sobre todo en áreas rurales, y habitualmente involucra a sujetos en contacto directo o indirecto con cerdos y/o sus excretas, así como la contaminación de fuentes de agua potable y alimentos con materia fecal de cerdos y humanos. (Schuster & Ramirez. 2008; Chijide. 2013).
Morfología.
Los quistes de
Balantidium coli miden entre 50 - 70 μm; los trofozoítos pueden alcanzar 30 - 200 μm por 40 - 70 μm. Presentan movilidad en espiral, por lo que el parásito, con su gran tam

Ciclo biológico.
El mecanismo de infección habitual es la ingesta de quistes en agua y/o alimentos contaminados. En estómago inicia la disolución de la pared del quiste, y este proceso termina en intestino delgado. Los trofozoítos liberados colonizan intestino grueso, desde ciego hasta recto. Los trofozoítos, la forma vegetativa, se dividen por fisión binaria transversal y también recurren a la conjugación para el intercambio de material genético.
Patogenia.
Los protozoos producen hialuronidasa, a la que se atribuye la penetración de la mucosa colonica. La proteólisis enzimática se considera un factor importante en la digestión de la capa mucosa del colon, aunque no existe evidencia concluyente. Se pueden presentar invasión tisular, formación de abscesos, úlceras, y hasta la perforación intestinal en la balantidiasis fulminante.
Cuadros clínicos.
La mayor parte de las infecciones por
B. coli cursan de manera asintomática. Cuando hay manifestaciones clínicas, estas oscilan desde síntomas leves, cuadros diarreicos hasta disentería franca. En ciertas condiciones, tales como el inmunocompromiso, aclorhidria, alcoholismo, leucemia, desnutrición, y otras no bien definidas, esta parasitosis puede dar lugar a enfermedad intestinal severa e involucrar a otros tejidos, entre ellos hígado, pulmones o sistema genitourinario. (Koopowitz et al. 2010; Maino et al., 2010).

- Las manifestaciones agudas de la enfermedad pueden contemplar desde un síndrome diarreico, con moco y/o sangre, hasta disentería, con sangre y pus, pujo, tenesmo, dolor abdominal, náusea, anorexia, fiebre, deshidratación.
- En el cuadro crónico, se encuentran asociados periodos alternados de diarrea y estreñimiento, con astenia, dolor abdominal.
Complicaciones: Perforación y colitis fulminante, apendicitis, poliposis inflamatoria, abscesos. En casos extraintestinales se han reportado lesiones pulmonares, hepáticas, renales, choque séptico.
Manifestaciones clínicas de la balantidiasis
Diarrea - de tipo acuoso, mucoso, puede presentar rastros de sangre
Náusea y vómito
Dolor abdominal
Anorexia
Pérdida de peso
Cefalea
Fiebre
Deshidratación
Síndrome disentérico
Complicaciones: Perforación, colitis
Diagnóstico.
Debido al tamaño del protozoo, es fácil su identificación en materia fecal, a pesar de que la eliminación de quistes/trofozoítos puede ser errática. Se solicitan: Examen directo en fresco y coproparasitoscopicos de concentración.
Habitualmente no es necesario, pero también pueden ser de utilidad métodos invasivos tales como endoscopía y biopsia.
El diagnóstico diferencial de la balantidiasis aguda contempla:
Amibiasis, infecciones virales, sobre todo en niños (rotavirus, adenovirus), shigelosis, infecciones por
Escherichia coli, entre otras.
Tratamiento.
Se consideran de elección: Metronidazol, tetraciclina, iodoquinol. Algunos estudios pequeños sugieren algún efecto terapéutico con nitazoxanida. (CDC. 2013).
Epidemiología.
B. coli es el único protozoo ciliado (Phylum Ciliophora) que infecta al humano. Existen otras especies (alrededor de 50) en cerdos, primates, ratas, cobayos, peces, perros y anfibios.
La balantidiasis es una parasitosis zoonótica, cosmopolita, con una prevalencia aproximada del 0.02 - 1%.
Es incorrecto considerar que se presenta una mortalidad del 30%. Esto ocurría antes de que se dispusiera de antibióticos.
La infección se adquiere principalmente por fecalismo – contaminación de agua y alimentos con quistes.
Es más frecuente en países en desarrollo, en las áreas rurales con sanidad deficiente (carencia de agua y drenaje, disposición excretas humanas inadecuada).
Los factores de riesgo asociados, ya mencionados, son, entre otros, el contacto con cerdos o sus excretas, desnutrición, alcoholismo, aclorhidria e inmunodepresión. Se le ha asociado con poliparasitismo y brotes epidémicos en prisiones, orfanatos y hospitales mentales.
Cabe mencionar que existen reportes de pacientes provenientes de zonas urbanas y periurbanas, sin contacto con cerdos.
Saludos
candelaria flores



No hay comentarios.:

Publicar un comentario